Parece ser que
cualquier cosa tiene prioridad sobre el comer correctamente. En nuestro
acelerado ritmo de vida nos descuidamos. Nuestra agenda tan ocupada interfiere
con nuestro intento de comer saludablemente y terminamos desarrollando un
patrón alimentario muy pobre. Factores como el tiempo, el trabajo y lo
económico influyen a la hora de seleccionar y consumir los alimentos. Sin
embargo, el aspecto más importante y menos considerado a la hora de comer es
... tu salud y bienestar físico.
Ingerir una dieta
saludable y balanceada te puede ayudar a:
- aumentar tu nivel
de energía
- controlar con éxito
tu peso corporal
- aumentar tu energía
mental
- mejorar tu
desempeño físico
- fortalecer tu
sistema inmunológico
- aumentar la habilidad
para manejar el estrés
- disminuir el riesgo
de enfermedades del corazón, cáncer, osteoporosis, hipertensión y diabetes.
Es recomendable que
dediques unos minutos del día para comer y seleccionar alternativas saludables.
De esta manera nutres tu cuerpo dándole lo necesario para que disfrutes de
bienestar y, al fi n y al cabo, puedas cumplir con tu cargada agenda sin la preocupación
de enfermarte.
¿Cómo lo puedes hacer?
Planifica
tus comidas. Prepara menús para
toda la semana y antes de ir al supermercado haz una lista de los alimentos que
realmente necesitas. Estudios demuestran que hacer listas de alimentos y
planificar los menús ayudan a controlar mejor el peso corporal.
Selecciona
aperitivos más saludables. Escoge aperitivos que contengan vegetales,
frutas, pavo o pescados; evitando las ensaladas con mayonesa.
Usa
menos grasas. Al comer pan o
galletas añade poca o ninguna mantequilla. En los emparedados, sustituye la
mayonesa o los aceites por la mostaza. Además, puedes añadirles lechuga y
tomate en lugar del queso con grasa.
Consume
postres más nutritivos. Disfruta de un yogur
bajo en grasa o una gelatina sin azúcar añadiéndole tu fruta favorita.
En vez
de picar … ¡merienda! Las meriendas no te vuelven “gordo”, es el
comer demasiadas calorías en un día. Una merienda pequeña, baja en calorías,
pero energizante, consumida dos o tres horas antes de cada comida, te quita
sutilmente el hambre, te disminuye el apetito y mantiene tu metabolismo corporal
activo y quemando calorías. Planifica tus meriendas con tiempo para evitar
agarrar y comer lo primero que veas. Y más si pasas por el lado de la máquina
dispensadora de alimentos.
Recuerda que: Cada
vez que comemos, es una oportunidad para nutrir el cuerpo y … el alma.
Por: Lcda.
Maria R. Varela, MEd, LND
Especialista en Nutrición, Dietas y Alimentos